Consciencia, transformación y pensamientos de calidad

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miércoles, 30 de enero de 2013

¿Quieres complacer a todos?

En el contexto organizacional, un factor que se tiene en cuenta a la hora de comprender la psicología de los empleados y directivos es tener en cuenta el tipo de impulsor (driver en inglés) que predomina en sus comportamientos. Esto es útil para poder ayudar a la persona a equilibrar ese impulsor con otro comportamiento complementario.

Estos impulsores, por cierto, no existen sólo en los entornos organizacionales sino que forman parte de nuestra vida cotidiana.

Un impulsor bastante frecuente es el que se basa en tratar de complacer a todos. Las personas en las que domina este impulsor sienten la necesidad compulsiva en muchos casos de tratar de satisfacer todas las expectativas de los demás. También les cuesta muchísimo decir que no.

Detrás de este impulsor es probable que hayan otros factores más profundos, como por ejemplo la falta de autoestima y la necesidad de recibir la aprobación y el afecto de los demás. Del mismo modo, puede ocultarse una tendencia a la susceptibilidad y la falta de tolerancia a la crítica o el disgusto ajeno.

La pura realidad de la vida nos muestra un principio bien sencillo: es imposible complacer constantemente a todos. De hecho, el impulsor de complacer a los demás es una causa frecuente de altos niveles de estrés en las personas que lo sufren.

Por tanto, el equilibrio está en saber priorizar, tener las metas y objetivos claros y procurar ser amable y cooperativo con todos y al mismo tiempo saber decir que no, no de forma agresiva o tajante sino con una explicación clara del motivo por el cual no podemos siempre ofrecer nuestra cooperación.

Por otro lado, fortalecer nuestra capacidad de tolerancia y aceptación de la crítica y el malestar de los demás, también es algo que tenemos que aprender a desarrollar ya que tarde o temprano, nos encontraremos con respuestas de este tipo.